AMLO intensifica la guerra contra los migrantes en México
Hace poco más de unaúltima semana, soldados mexicanos atacaron una caravana de migrantes en Chiapas, México, arrestando a casi 800 personas e hiriendo a varios de ellos. La mayor parte de estos migrantes eran hondureños. Desde el 18 de enero, el gobierno ha deportado a 2,303 inmigrantes centroamericanos.
Mientras que decenas de miles de migrantes están detenidos en campos de concentración sin atención médica, con acceso limitado a agua potable y comida. Las condiciones en estos campos han sido descritas como antihigiénicas y superpobladas.
El gobierno ha desplegado miles de soldados a la frontera con Guatemala para detener a los migrantes. Estos son los actos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha dado continuidad a las políticas migratorias de los presidentes anteriores: deportando a más migrantes centroamericanos que el gobierno de los Estados Unidos.
No se dejen engañar: el gobierno de AMLO no sirve a los intereses de los obreros y oprimidos de México. Prueba de ello es que el gobierno prefiere gastar millones de pesos en patrullar la frontera con Guatemala, cuando decenas de millones de mexicanos viven en la pobreza. Este es el mismo gobierno que apoyó y empujó al senado mexicano a aprobar el T-MEC (nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que va a continuar e intensificar el saqueo imperialista de México por los EE.UU. Y el mismo gobierno que canceló el programa de estancias infantiles, quitándole a muchas mujeres trabajadoras la única opción para el cuidado de sus niños y niñas.
Los ataques contra los migrantes centroamericanos sirven para aumentar el racismo contra los mismos y el nacionalismo burgués mexicano. Estos ataques pintan a los centroamericanos como la causa de los problemas de México, y tienen el propósito de absolver de toda culpa a los gobernantes, y la clase capitalista mexicana a la que sirven, por la pobreza y problemas sociales que existen en México. Este racismo y nacionalismo alinea a los obreros y oprimidos mexicanos en el bando de sus explotadores capitalistas. Los centroamericanos no son responsables por estos problemas: la culpa la tiene el gobierno y los capitalistas. Son ellos quienes han abierto la puerta a los imperialistas angloamericanos para que saqueen el país.
El gobierno de AMLO también deporta y ataca a estos migrantes porque eso es lo que los imperialistas estadounidenses desean ahora. Y esto no empezó con AMLO, sino que ha sido una práctica por décadas. Y no se olviden que el mismo Estado que está atacando a los migrantes es el que desde su inicio ha oprimido a mexicanos obreros, pobres e indígenas. Es el mismo Estado que ha ejecutado masacres como la de Tlatelolco, la del Halconazo, la masacre de Acteal. Es el mismo Estado de la guerra sucia. Y el mismo que ha atacado huelgas como cuando usó el ejército contra los ferrocarrileros en 1958.
Este Estado no existe para ustedes. Existe para proteger el sistema capitalista que los explota y los oprime. Los gobiernos del PRI, PAN, PRD y MORENA, tanto a nivel estatal como municipal, han dirigido el aparato estatal contra los obreros y oprimidos del país. Los amos de dicho Estado no son solo los capitalistas mexicanos sino también los imperialistas angloamericanos. Lo anterior también es cierto para los gobiernos y capitalistas centroamericanos. Todos estos lacayos del imperialismo hacen posible la rapiña imperialista de México y Centroamérica.
Los centroamericanos que entran a México están huyendo de los efectos del imperialismo en su país, al igual que decenas de millones de mexicanos lo han hecho por más de un siglo. Todos somos víctimas del mismo imperialismo y todos nuestros gobernantes y explotadores capitalistas son sus lacayos.
Por esta razón, el apoyo a los ataques contra los migrantes en México es una estupidez. Es como si un esclavo apoyara a su amo cuando éste golpea a otro esclavo. La opresión de un esclavo solo fortalece la capacidad del amo para oprimir a todos los esclavos. En el caso de México y Centroamérica, el amo es el imperialismo y los que supervisan a los esclavos son los gobiernos y capitalistas de nuestros países.
Los capitalistas de estos países nunca van a luchar contra el imperialismo y por nuestra liberación. Ellos deben su existencia y la de su sistema de explotación al apoyo del imperialismo angloamericano. Sin este apoyo ellos no durarían mucho tiempo. Los obreros son los que producen todo, los que mueven todo. Si la clase obrera para de trabajar, la sociedad capitalista para. Los capitalistas solo les roban a los obreros los frutos de su trabajo. Y, los obreros solo podrán disfrutar todos los frutos de su trabajo, y hacer posible que los oprimidos también los disfruten cuando este sistema capitalista y sus dirigentes ya no existan. Ellos nos necesitan para su existencia, nosotros no los necesitamos para nuestra. Por esta razón, solo es la clase obrera la que tiene el poder y el interés para derrocar el capitalismo. Nos temen pero nos necesitan. Es este temor lo que los empuja a los brazos imperialistas.
Solo podremos escapar de la pobreza, opresión, y el dominio imperialista derrocando a los capitalistas y sus Estados; abriendo el camino al socialismo, una sociedad dirigida por quienes la sostienen con su trabajo. Esto no será posible mientras veamos a los obreros extranjeros como nuestros enemigos y a nuestros explotadores como nuestros aliados. El racismo y nacionalismo nos dividen. Tenemos que superar esto y unirnos. La única manera para lograr esta unión es apoyando las luchas de ambos pueblos contra la opresión. Mexicanos deben de luchar contra la opresión de las y los centroamericanos ya sea en Centroamérica, México y/o los EEUU; y centroamericanos también tienen que luchar contra la opresión de las y los mexicanos en cualquier territorio.
Es necesario unir a la clase obrera internacional, forjando partidos obreros revolucionarios en los EE.UU., México, Centroamérica y toda Latinoamérica. Sólo luchando juntos contra el racismo anti-negro y anti-indígena, contra el imperialismo y el nacionalismo burgués en Latinoamérica podremos liberarnos de todas las opresiones
¡Obreras y obreros del mundo unidos! ¡Abajo la represión contra los migrantes! ¡Por plenos derechos de ciudadanía para todos y todas!
Blas Reies creció en la zona rural de California criado por padres mexicanos que eran trabajadores agrícolas. Continúa trabajando y organizándose en su comunidad, está comprometido con el cambio social y colaborando con otros que quieren luchar por la liberación de todos los oprimidos.