Claudia Sheinbaum y MORENA: un análisis socialista
Las próximas elecciones presidenciales en México tendrán lugar el 2 de Junio de 2024. Puntorojo será el organizador de un debate sobre cómo los Socialistas Revolucionarios deben evaluar al Partido MORENA y a su candidata Claudia Sheinbaum, quien es favorita para ganar. En el siguiente artículo, el Socialista Mexicano residente en Estados Unidos Josué Ammerman comparte su perspectiva.
Imagina un México en el que disminuya la desigualdad entre ricos y pobres, en el que todos tengan acceso a una educación y una salud de calidad y en el que se proteja el medio ambiente. Esta es la visión de Claudia Sheinbaum, la mujer que lidera la carrera para convertirse en la próxima Presidenta de México. No es la típica política. Científica de formación y doctora en ingeniería energética, Sheinbaum no sólo siente pasión por su país, sino que tiene la inteligencia y la experiencia que lo respaldan. Fue alcaldesa de Ciudad de México durante cinco años y se enfrentó a problemas tan difíciles como la desigualdad, la delincuencia y la contaminación. Su historia es inspiradora. Nacida en Ciudad de México en 1962, Sheinbaum procede de una familia de activistas que lucharon por la Democracia y la Justicia Social durante el histórico movimiento estudiantil de 1968. Ese espíritu de lucha corre por sus venas.
Un puente entre lo viejo y lo nuevo
Ella es un puente entre lo viejo y lo nuevo. Como líder progresista, Sheinbaum adopta ideas nuevas al tiempo que respeta el rico patrimonio cultural de México. Tiene un plan para modernizar el país sin sacrificar su identidad. Pero lo más importante es que es un faro de esperanza. En una época de división e incertidumbre, Sheinbaum ofrece una visión de un México unido en el que todos tienen la oportunidad de triunfar. Es la líder que México necesita para curar sus heridas y construir un futuro mejor para todos. Durante su mandato como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum ha puesto en marcha notables políticas progresistas. Entre ellas destacan la construcción de la Línea 12 del Metro, que conecta el sur con el centro de la ciudad; la introducción de un programa de becas para estudiantes con bajos ingresos; y la aprobación de una reforma del sistema de pensiones. Su contribución a la creación de dos universidades ha reforzado el acceso a la enseñanza superior.
Sheinbaum se presenta como la sucesora de la Cuarta Transformación, iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. Esta transformación busca consolidar los logros a través de propuestas concretas, como la construcción del “segundo piso”, enfocado a fortalecer la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas para consolidar la democracia y el Estado de derecho. Adicionalmente, busca ampliar y crear programas sociales para reducir la desigualdad y la pobreza, atendiendo a los grupos más vulnerables. También se centra en promover inversiones en energías renovables, proteger los bosques y fomentar la agricultura sostenible para garantizar un desarrollo responsable con el medio ambiente.
Retos y críticas a Sheinbaum y MORENA
A pesar de su evidente compromiso con la transformación social y económica, existen áreas en las que el partido MORENA, al que pertenece Sheinbaum, debe realizar mejoras significativas. Durante las elecciones primarias se denunciaron irregularidades relacionadas con la confirmación de Claudia Sheinbaum. El representante del partido en el poder, Mario Delgado, anunció que Sheinbaum sería nombrada coordinadora de los Comités para la Defensa de la Cuarta Transformación, lo que la convertiría automáticamente en la candidata presidencial para las elecciones de 2024. Además, el partido MORENA ha enfrentado críticas por la gestión del Tren Maya, que prometió mejorar las condiciones de los pueblos cercanos a la construcción del tren. Sin embargo, esta mejora no se ha confirmado hasta el momento, por no hablar de los posibles daños medioambientales. Además, los Socialistas Mexicanos han observado que la “Cuarta Transformación” del actual presidente Andrés Manuel López Obrador no es todo lo que parece:
La imagen de la Cuarta Transformación (4T) que presentan sus simpatizantes de la izquierda internacional contrasta enormemente con la realidad. El gobierno de AMLO ha querido crear la idea de que es una fuerza que lucha por la emancipación Latinoamericana como fuerza antiimperialista, cuando en realidad es todo lo contrario.
Las políticas del actual gobierno de México son un reflejo de las políticas nacionalistas que se llevaron a cabo antes del giro neoliberal que azotó a México de 1985 a 2018. Esta administración persigue un proyecto de desarrollo capitalista [que permanece en] subordinación económica y política al imperialismo estadounidense… Los representantes del Obradorismo son en realidad nostálgicos de ese período en el que el partido-estado tenía el control total de todas las instituciones y corporaciones estatales, pero carecía de cualquier tipo de democracia obrera y estaba controlado por burócratas y charros (líderes sindicales corruptos…).
A pesar de estas críticas a AMLO, Sheinbaum demuestra un valioso compromiso con la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas, lo que representa un paso positivo en la dirección correcta. Estos principios son esenciales para fortalecer la Democracia y fomentar un gobierno más sensible a las necesidades de las masas. Su énfasis en los programas sociales para mitigar la desigualdad y la pobreza se alinea con los objetivos del movimiento socialista, ya que estos programas tienen el potencial de mejorar las condiciones materiales de las masas trabajadoras y reducir la brecha socioeconómica.
Sin embargo, es crucial destacar que las propuestas de Sheinbaum -aunque suponen avances significativos- no son suficientes para construir un Socialismo real. La visión del “socialismo desde abajo” exige transformaciones más profundas en el sistema económico y social, como la socialización de los medios de producción, la implementación de una planeación económica democrática y la abolición de las clases sociales.
Claudia Sheinbaum emerge como una figura esperanzadora para México, ofreciendo una visión de transformación que aborda las desigualdades y promueve la participación ciudadana. Sin embargo, es fundamental reconocer las críticas y retos que enfrenta, especialmente en áreas clave como las elecciones primarias y la gestión del transporte público. El llamado a la creación de una empresa pública de energía refleja su compromiso, pero la discusión sobre el control estatal versus la gestión por parte de las masas trabajadoras subraya la necesidad de considerar a fondo las implicaciones socialistas.
Desde una perspectiva socialista, apoyar a candidatos como Sheinbaum implica algo más que respaldar sus propuestas actuales; implica el compromiso continuo de las masas trabajadoras en la lucha por reformas significativas. Si bien Sheinbaum representa un cambio potencial, es imperativo que la clase trabajadora mexicana se organice activa y democráticamente para exigir la implementación de las reformas prometidas, independientemente de quién esté en el poder.
En última instancia, el camino hacia el socialismo requiere cambios más profundos en la estructura económica y social, y Sheinbaum, aunque es un paso en la dirección correcta, no puede considerarse la solución definitiva. El verdadero progreso radica en la movilización y organización constantes de las masas trabajadoras, como fuerza motriz de cambios transformadores y revolucionarios en pos de una sociedad más justa y equitativa.
Josué Ammerman es un activista anticapitalista y escritor mexicano con residencia en Los Ángeles, California.