Puntorojo es una revista digital que publica las voces y los puntos de vista de la generación actual de pensadores Mexicanxs, Chicanox, Latinxs, radicales transfronterizos y transnacionales. En estos se encuentran trabajadores, académicos, activistas, artivistas, historiadores, y otros cuyas perspectivas únicas han sido informadas y formadas tanto por los efectos de la dominación imperialista Estadounidense en toda América como por su resistencia a todos los aspectos opresivos del capitalismo e imperialismo que se manifiestan en todo momento en la vida diaria. Esta lucha — la lucha de clases– está alcanzando un punto crítico. La humanidad vive una época de crisis global, conflicto, y de transformación potencial.
Las clases trabajadoras y de gente oprimida en toda América están agitando y rechazando las fuerzas destructivas y explotadoras del sistema capitalista, y las fuerzas políticas que lo mantienen internacionalmente. Esta dupla, referida aquí como imperialismo, es administrada por los Estados Unidos, la clases en el poder, y sus aliados en la región. Estos elementos promueven y favorecen dictaduras corruptas y regímenes fascistas que se alinean con sus objetivos; mientras que al mismo tiempo, trata de destronar gobiernos no alineados por medio de golpes de estado, invasiones, bloqueos y sabotajes económicos, así como abastecer con ayuda material a grupos y movimientos reaccionarios en la oposición.
El imperialismo fuerza el desplazamiento de millones de gentes a través de áreas fronterizas mientras que criminaliza y penaliza la migración. Expande su infraestructura de la persecución de inmigrantes, migrantes, y refugiados para extraer la mayor riqueza por medio de la super-explotación de su mano de obra o de generar dividendos por su encarcelamiento. Destruye preciados y esenciales hábitats y ecosistemas por medio de la extracción rapaz, mientras arma y militariza sociedades para imponer desigualdades cada vez más grandes dentro de naciones y entre naciones. Mantiene y aprueba partidos políticos, fuerzas armadas, sistemas judiciales, instituciones sociales, así como una gama de barreras físicas como tácticas ideológicas que profundizan la opresión a la gente de clase trabajadora, gente indígena, mujeres, y a otros por su identidad sexual o de género.