Dado que el deseo es una construcción social, el amor deseado es una acción colectiva hacia nuestra liberación. Deseamos un amor sincero y digno. Deseamos la liberación. Karl Marx afirmó en una ocasión que nuestra conciencia surge de nuestra experiencia como seres sociales. El capitalismo no es sólo un sistema político y económico, como lo entiende la mayoría de la gente, sino que también invade y coloniza nuestra vida cotidiana como estructura social. Como tal, nos esforzamos por construir comunidad, y sobre todo en forma de “familia”. Como afirma M.E. O’Brien en El capitalismo de abolición de la familia y la humanización del cuidado, “a menudo tenemos la sensación de haberla encontrado”[2] Sin embargo, el capitalismo nos impide construir las comunidades y familias que necesitamos.